viernes, 8 de agosto de 2014

corriendo

Llevo una semana algo despistadilla que para mi es sinónimo de descontroladilla, aunque aún así esta semana he perdido 200gr, el equivalente a una tarrina de mantequilla, como digo siempre; creo que esta semana lo pagaré caro. Con esto de que durante dos semanas no tengamos reunión me he relajado y ¡NO PUEDE SER!´
Así que manos a la obra, menos excusas y autosabotajes y vuelta de nuevo al redil.
 
Como dije hace unas entradas debo hablar un poquillo de mi actividad física, y como Serena me lo pidió el otro día esto haré en esta entrada.
 
Yo era la típica que necesitaba ir al gimnasio para hacer ejercicio, repetía una y otra vez que no me gustaba eso de correr, que me aburría y que no tenía resistencia, que no era capaz de correr ni dos minutos seguidos...
 
Durante estos últimos años he ido al gimnasio y me encanta, si no fuese porque tengo muy poco tiempo libre seguiría yendo, pero entre el trabajo, los niños, la casa, las clases, el coro y esporádicamente el teatro, me queda poco tiempo para invertirlo en el gimnasio. Para ir necesito mínimo dos horas, entre ir, hacer la clase, ducharme y volver a casa.
Un buen día me encontré sentada en el sofá lamentándome por no poder hacer ejercicio. Al día siguiente pensé en probar salir a correr, total si no me iba bien, con no volver a ir...
 
Del primer día ya hace unos 4 meses. Salí sola, mis zapatillas de deporte (normales y corrientes), unas mallas, una camiseta, una aplicación de Nike para correr y los auriculares, al menos si no corría escucharía música. Empecé caminando a ritmo ligero para calentar un poco y al cabo de unos minutos me puse a correr, poco a poco, creo que aguanté 500m o algo así, cuando estaba que me ahogaba me puse a caminar y repetí esto un par de veces, alternando correr despacito con caminar unos 2,5Km.
Al día siguiente estaba que me iba a morir de agujetas pero decidí volver a salir a correr. Aguanté más o menos lo mismo. Al tercer día decidí descansar, pero el cuarto volví a salir.
 
No tengo un ritmo constante en cuanto a salidas semanales, adapto mis salidas a mi tiempo, corro cuando puedo. Hay semanas que salgo 4 veces y otras que 1 e incluso alguna no he salido. Y esas en las que no salgo son las peores, me falta algo.
 
Ahora ya me he comprado unas zapatillas especiales, no son de las más caras pero son de running y he notado mucha diferencia.
Aguanto entre 4,5 y 5km, sigo necesitando parar de vez en cuando a caminar, una o dos veces después de los primeros 3km, depende de cómo esté ese día. Pero ahí sigo, pensando ya en apuntarme a mi primera carrera: la subida a la Catedral de Ibiza el día 31 de diciembre... ya os contaré, son 2.250m dónde la segunda mitad es en subida por calles de piedra...uffffff ya me duelen las piernas.
 
No sé explicar la razón, pero mi cuerpo se está modelando de otra manera que cuando iba al gimnasio. Es como si el peso se distribuyera de otra manera. Ahora tengo pendiente ponerme en casa a hacer ejercicios de tonificación, algún abdominal, flexiones porque es necesario complementar el corres con ejercicio localizado, pero ¡me da mucha pereza!
 
Os puedo recomendar el libro "Mujeres que corren" de Cristina Mitre. Lo he ido leyendo a ratitos en la playa y la verdad es que me ha gustado bastante la visión que da sobre el Running.
 
 
Vaya entrada más larga me ha quedado...

1 comentario:

  1. Esta entrada me parece genial. Refleja el proceso que has hecho para conseguir tus objetivos y alcanzar la felicidad. Cada vez que salgo contigo a correr, me lleno de energía. Espero que ayude a encorajarse a otras personas.

    ResponderEliminar